Pareciera ser que lo mediático en Argentina empezó a ser cuestionado por el gobierno actual como la forma más interesante de poner en un lugar secundario a la real oposición política, es decir, los partidos políticos. La puja gobierno – medios hegemónicos o monopólicos se transformó en una guerra simbólica en busca de obtener la verdad verdadera.
Nadie sabe a quien creerle. Cierto es que hubo una decisión que afectó seriamente al Grupo Clarín, y fue el “Fútbol Para Todos”, fenómeno que en un país “futbolero” le dio la posibilidad a los receptores masivos de poder ver los partidos en vivo de todos los encuentros de Primera y destacados de Primera B Nacional en deceso de programas que mostraban la hinchada alentando, y comentaban el partido cual radio AM.
Cito éste acontecimiento, porque en el deporte que respiramos estamos sufriendo algo similar a lo que sucedía antes. ESPN, líder mundial en deportes es la cadena más importante e imponente de las que uno puede disponer en Argentina. El año pasado, pasó de tener dos canales en la grilla de cable convencional (ESPN y ESPN+) a sumar ESPN Extra, un canal que para los amantes del rugby era un sueño.
24 horas de puro rugby, con documentales, partidos y análisis hicieron que varios televidentes inviertan su salario en cambiar su televisor y aumentar la cuota mensual de cable para poder ver este nuevo canal que rozaba lo inexplicable, pero también tenía mucho de marketing por detrás.
Luego de la finalización del Mundial en Nueva Zelanda 2011, ESPN Extra sufrió alteraciones, principalmente en su nombre y su contenido. ESPN3 iba a ser su nuevo DNI y “enlatados” sobre maratón, fútbol, basket y cualquier deporte practicado en Estados Unidos, sede oficial de la cadena.
No quisiera que se entienda este cosquilleo como un jóven que ingresa en las aulas de la Universidad de Buenos Aires con el monstruo de la militancia encima pidiendo un potencial Estado comunista cual URSS stalinista. Hablo con conocimiento de causa, como estudiante de la Comunicación Social y todo el herramental teórico aprehendido.
¿Cómo se pasa de una programación netamente ovalada a ver partidos de NBA, NFL, NHL, etc, etc? ¿Qué sigue? ¿Despojarnos de nuestra identidad y mirar el “Súper Tazón” comiendo nachos, tomando Bud en un sillón, con una musculosa gringa manchada con salsa y algunas patitas de pollo sobre nuestra panza?
Los medios de comunicación están cargados de significaciones. La escritura desnuda al redactor de vivencias, creencias, ideologías y estructuras del sentir. Lo que se busca no es convencer, sino crear un pensamiento.
El líder mundial en deportes, además es sponsor oficial de la Unión Argentina de Rugby, obteniendo absolutamente todos los derechos sobre lo que suceda en las actividades de los Seleccionados nacionales, y también los derechos del Grupo I de la Unión de Rugby de Buenos Aires. De esta forma ESPN tiene el poder total del rugby en Argentina, en lo que seria un elitisimo –esta vez mediático- del deporte.
Los partidos de los Pampas XV fueron transmitidos por ESPN3 y lo mejor aún, no todos.
¿Qué se entiende por “lider mundial en deportes”? ¿Y por sponsor mediático oficial de la UAR? El representativo llamado Standard Bank Pampas XV no es ni más ni menos que Jaguares que juegan el torneo de la Vodacom Cup. Poner como excusa a la televisación sudafricana y sus decisiones genera cierta desconfianza. Miles de chicos, familiares, amigos, periodistas o quienes fueran tuvieron que ver el metadiscurso del partido, es decir, la repetición por ESPN+ cuando vía Twitter, Facebook o alguna pagina web ya se sabía absolutamente todo.
Éste sábado SIC-CASI, el clásico más importante del rugby porteño será transmitido por la señal VIP. El único partido televisado empieza a seguir el camino que sufrieron los Pampas, que dicho sea de paso, fueron campeones el año pasado y es la plataforma de cara a vestir la camiseta de Los Pumas.
Como televidente, ya no como periodista, ¿que pasará con The Rugby Championship? ¿Tendré que cuidar mis dineros, invertir en una “caja boba” con High Definition, para consumir el deporte que más me gusta, como un público cautivo y rehén?
Si hay algo que reconocerles, es la calidad de sus periodistas y transmisiones, pero queda en el déficit la metodología implementada para con el deporte ovalado. En un contexto donde surgen más clubes, se agranda el porcentaje año a año de jugadores fichados, la mediatización debe ser cada vez mayor y no como está sucediendo, acotada para un público VIP, símil a la historia añeja del rugby porteño, donde jugaba sólo la clase media alta.
Esperemos que el rugby como show televisivo obtenga mayor difusión, para que los receptores de corta edad gusten de las prácticas que ven y conozcan los valores que el deporte transmite.
JC