Este partido necesitaría ser explicado en el contexto del año de la violencia de género.
Los Pumas fueron cacheteados por unos All Blacks intratables, y sin embargo, en lugar de buscar frenar un poco el juego, de darse el tiempo para atacar dentro de una semana ante una Australia agonizante, los entrenador por Phelan de todas formas siguieron yendo, errores mediante, a proponerle jugar a los All Blacks como sólo un equipo muy experimentado o fogueado puede hacerlo.
Y así fue el resultado.
Cuando se enfrentan dos equipos de similares características, el resultado puede volcarse a favor de uno u otro, de acuerdo al día.
Cuando se enfrentan dos equipos diferentes, va a ganar siempre el que ataque con más criterio al que defienda con más ahínco.
Y Los Pumas hoy, quisieron ponerse los pantalones largos, cuando recién salen de la niñez.
Los hombres de negro, que usan pantalones largos hace rato, fueron una vara demasiado alta para estos Pumas en proceso de aprendizaje.
Vino bien este sopapo, para calmar la ansiedad instalada en el público, que pensaba que ya nos comísmo los chicos crudos, pero también vino bien ver a Los Pumas tomando riesgos, buscando otra forma de jugar.
En siete días, en Rosario, veremos si la lección se ha aprendido o si por el contrario, el Puma golpeado vuelve a la casa de quién lo golpea, porque quién le pega dice que lo quiere.
PD: Párrafo aparte, algún día, la UAR también se pondrá los pantalones largos… la organización para la prensa (para la que está todo el año y va a trabajar) fue un caos. No anduvo wifi, la zona mixta fue catastrófica (lleno de particulares, de gente que nada tenía que hacer ahí) y como hablábamos con un colega… a la UAR la estafan con cheques en las narices, ¿y nosotros pretendemos que la atención a la prensa sea buena? Me parece que por ahora pretendemos demasiado.
EA