Algunos párrafos relacionados al debut de Argentina XV en el año, con un amistoso ante Chile, que a nivel Seven, ha sido y es la estrella continental del verano.
Formaciones fijas: bien el line. Tanto Zapata (en el suelto mostró su potencia) como González (hizo lo propio con su ductilidad y velocidad) -los hookers, uno en cada tiempo- ubicaron a sus saltadores. Si bien Chile no opuso gran resistencia, sí lo hizo el elenco argentino, metiéndole presión en esa formación y recuperando pelotas. El scrum… en el primer tiempo le costó hacer pie, inclusive Chile los empujó. En el segundo tiempo funcionó un poco mejor, aún con un penal en contra.
Las parejas de medios y los backs: Si analizamos a los dos aperturas, Martín Roger mostró toda su clase. Martín Elías todo su poder de penetración en defensas que titubean. Ambos cumplieron con creces a los palos y manejaron bien a sus backs. Un poco mejor el santiagueño, porque los del primer tiempo (Mensa y Segura los centros, Osadzcuk y Domínguez los wings y Carreras el fullback) claramente sacaron ventaja a los del segundo tiempo, aunque Teo Castiglioni es un jugador extraordinario y seguramente será parte del plantel definitivo. Cúccolo tiene una velocidad desequilibrante. Los medioscrums tienen párrafo aparte: Felipe Ezcurra sabe qué hacer, pero la voz de mando de Gregorio del Prete, cómo ordena, cómo dirige y lo atento que está a lo que pasa compensan su desventaja, que es la física. El de San Luis fue mejor que el de Hindú considerando las circunstancias, aunque Ezcurra se cortó un par de veces no siempre pudo resolver favorablemente.
Segundas líneas: Jerónimo Ureta juega de 4, pero podría ser 6 o 7. Fue el más destacado de los que jugaron y no deja nunca dudas al respecto. Titular siempre.
Terceras líneas: Francisco Gorrisen genera impacto. Una amarilla por una inconducta opacó su desempeño, pero en la cancha no deja dudas. Es un jugador que no importa qué posición ocupe (puede ser 7, 6 u 8) siempre va a rendir. Hoy no fue la excepción. Se rotó con Nico Walker como 7 y 8 dependiendo en qué lugar de la cancha y situación de ataque o defensa se encontraban. Joaco de la Vega también se destacó por su despliegue físico.
Lautaro Bavaro tiene un rol y lo cumple en todos los partidos. Estuvo muy encima de la pelota y entiende perfectamente que de Argentina XV es uno de los que se espera que siempre esté. No en vano es el capitán y predica con el ejemplo. Benito Ortiz de Rozas es nuevo en esto y puede mejorar un montón. Es un 7 devenido a 6 (hablamos en el estricto término internacional).
Los pilares: del lado izquierdo, Nicolás Solveyra (que jugó el segundo tiempo) fue más solvente. A Javier Corvalán le costó un poco más. Del lado derecho, al revés: Lucas Favre (en la primera mitad) tuvo más participación que Fernández Segurotti. Los cuatro pilares no fueron sumamente estables a la hora del uso de los pies en el scrum. En un partido muy cortado, impreciso, en el que hubo muchos scrums, la inestabilidad de la formación generó incertidumbre.
Reposición defensiva: Fue rápida, veloz y permanente. Chile estuvo el 60 o 65% del tiempo más preocupado por defender que por atacar. Salvo en contadas excepciones -el segundo try chileno fue de muy buena factura- el equipo trasandino no pudo superar a una defensa que cumplió. Muy atentos todos por no dejar espacios, por salir juntos adelante, por meter presión. A pesar de las variantes y de que no tuvieron que hacerlo mucho tiempo, la defensa fue uno de los mejores aspectos de Argentina XV.
Pumitas por doquier: Hay que tener paciencia con Argentina XV. Es así de simple. Hay chicos que están iniciándose, otros con un poco más de experiencia pero todos, en definitiva, chicos. Jugadores de 20, 21 o 22 años que van a tener muy pronto sus chances en otros equipos como Jaguares y por supuesto, en Los Pumas.
Nacho Fernández Lobbe, acorde a su nivel de exigencia, seguro quedó con ganas de más. Pero Argentina XV estuvo – tomando los parámetros- un buen inicio de año. Cosas por pulir, seguro, pero con jugadores que pueden hacerlo.