No se tiene que ir a ningún lado

Por Eugenio Astesiano

@ugeastesiano

Cambiar todo o no cambiar nada no parece ser la solución. Y además, ¿cambiar qué de Los Pumas? ¿Jugadores? ¿Miembros del staff? ¿El staff entero? ¿La estrategia general de juego? ¿Las tácticas?

¿Qué? Veamos.

Si hay algo que hemos aprendido a los tumbos es que los cambios radicales, intempestivos, los timonazos exacerbados, los impulsivos, nunca llevan a buen puerto.

¿Qué pasaría si mañana se despierta Ledesma y dice «hasta acá llegué, me cansé, listo, renuncio»?

Seguramente, nada bueno.

Igual que nada bueno ocurrió cuando lo tuvo que hacer Hourcade en la sala de prensa de Colón de Santa Fe ni cuando lo hizo Tati Phelan en la sala del segundo piso de la UAR en Dardo Rocha.

«Ledesma tiene que renunciar e irse ya» desprotrican y auguran los más audaces y osados, a viva voz. Muchos otros, por lo bajo, sin que se escuche mucho, pero lo suficiente como para que se oiga.

OK. ¿Y quién asume si se va Ledesma?

«Cualquiera». Ajá. Cualquiera. Como si fuese muy fácil reemplezar un Head Coach por otro así de buenas a primeras.

Ya hemos visto que, con un plan alternativo aunque más no sea de emergencia que se torna en efectivo luego, la nave no siempre va a buen puerto a mediano plazo. Imaginemos, entonces, sin un plan alternativo.

La experiencia indica que es mucho, pero mucho más fácil buscar esas alternativas en las tácticas que alteren – o no- la estrategia, con cambios de jugadores y puestos y probaturas varias, que cambiar un entrenador o su staff o todo, en medio de un proceso mundialista.

Ledesma no se tiene que ir a ningún lado. No ahora.

Ledesma cuenta como Head Coach con una ventaja adicional que no tuvieron Phelan y apenitas, Hourcade.

La cantidad, la base de jugadores sobre los que puede elegir, que es inmensa.

La de jugadores que produjo y produce el sistema de Alto Rendimiento de la UAR es digna de reconocimiento y más, en este contexto.

Siempre hablamos de camadas exitosas de Pumitas. Con revisar las últimas cinco, tomaremos dimensión del trabajo y las opciones.

Dicho esto, la selección de jugadores de un entrenador siempre es criticable, pero hasta cierto punto. Lo importante es qué hace el entrenador -y sus asistentes- con sus elegidos. Si cumple con los objetivos, o no.

Esto es, sin que importe demasiado quiénes, lo que cuenta es qué propone táctica y estratégicamente y si las piezas encajan en lo que propone.

Si los jugadores no encajan, o lo que propone -sus objetivos- no se cumplen, o ambas cosas, es por ahí donde hay que apretar las clavijas y afinar.

Mario Ledesma es quien tiene que hacer que las cuerdas elegidas entreguen las notas deseadas. Si no lo puede hacer, tiene otras cuerdas para probar. Nunca o poquitas veces, las cosas funcionan de una.

El año pasado Los Pumas tuvieron un buen año desde los resultados y en algunos momentos, desde el juego. Lo que pasa es que nadie se acuerda porque esto es Argentina y vivimos revolcados entre las olas.

Hace apenas once meses, las notas sonaban bien porque las cuerdas estaban afinadas. Puede volver a pasar, con cuerdas nuevas o seminuevas, bien afinadas una vez más.

Hay por delante dos partidos contra Australia, y Australia sirve como ejemplo.

De la mano de Dave Rennie ha recorrido en más o en menos, desde su asunción como Head Coach, un camino tortuoso desde los resultados, pero auspicioso desde lo estratégico. Diríamos, muy auspicioso.

En este momento, Ledesma puede imitar ese proceso.

No se trata de ganar o perder. Se trata de encontrarle la vuelta al juego con los jugadores que él eligió.

Por historia, por estadísticas y por muchas razones, Los Pumas siempre han perdido más de lo que han ganado. Lo que queda en la memoria es el juego. Siempre el cómo prevalece ante el resultado puntual.

Dave Rennie parece el ejemplo a seguir. Mario Ledesma tiene a la mano posibles soluciones a sus problemas de hoy: darle confianza a los más jóvenes y hacerlos jugar.

Ellos van a responder en el campo como han respondido hasta acá. Los Pumas finalizaron su partido ante los All Blacks con Gonzalo García, Santiago Carreras, Santiago Chocobares y Lucio Cinti como 9, 10, 12 y 13, respectivamente.

Está a la vista que puede funcionar.

Poco para agregar

Ya hablaron los jugadores, dentro y fuera de la cancha. Hablaron en ese idioma que todos entendemos.

Sí, es verdad que la placa dice Los Pumas 25 – All Blacks 15.

Más que suficiente.

Los esperamos en en el Podcast en la semana. Ahí, seguramente, tengamos más cosas para decir. Hoy, ya fue suficiente.

Si quieren escribir ustedes, está bien.

#EdenPark (XV): ¿Cómo funciona el engranaje?

A partir de hoy, los que repitan como loros la cantinela que el rugby argentino está a la deriva, que no hay futuro, que todo se desmadró y bla bla bla, tienen por lo menos una hora con ocho minutos para intentar escuchar otra versión de esa cantinela. Y luego, tal vez, reconocer que estaban -como mínimo- desinformados, voluntaria o involuntariamente.

El (XV) de #EdenPark convocó a los que tienen a cargo, entre otras cosas, el desarrollo de la materia prima que nutrió, nutre y va a nutrir el rugby argentino. Todos juntos, en una misma entrevista.

Diego Manson como Coordinador de los Centros de Rugby y los cinco Directores de las Academias UAR: Miguel Bertranou (Oeste), Galo Álvarez Quiñones (Centro), Álvaro Galindo (NOA), Nicolás Galatro (Litoral) y Martín Amón (URBA), son los protagonistas del #EdenPark de la fecha.

Una de las primeras preguntas en responder fueron ¿Cómo está el desarrollo del Alto Rendimiento del rugby argentino? El sistema, ¿funciona?

Desde ahí en adelante, los protagonistas dejaron bien en claro, con lujos de detalles, cómo funcionan las Academias UAR y quedó evidenciado que el éxito está realmente lejos de la placa del resultado de los partidos y que debe medirse con otros parámetros.

La formación y desarrollo de los jugadores juveniles que podrían tener potencial para eventualmente integrar un representativo nacional, demanda tiempo y esfuerzo, disciplina y método.

De todas maneras «esa no es la finalidad central», explicaron también. «Nosotros trabajamos para formar las mejores personas posibles en un entorno de desarrollo de sus potencialidades. Acá, lo número uno son las personas. ¿Quiénes van a ser Pumas? Un porcentaje muy pero muy mínimo. Todo lo que aprenden, todo lo que se esfuerzan, lo que se comprometen, lo que dejan de lado, la cultura del trabajo arduo, la disciplina… todo eso forma parte del desarrollo de un jugador de Alto Rendimiento», manifestaron.

También, fuimos a las fuentes para saber ¿cómo funcionan los Centros de Rugby, para qué sirven y quiénes van? ¿De qué se nutren y cuántas personas trabajan en las Academias? ¿Cómo estamos de calidad y cantidad de jugadores en desarrollo? ¿A qué edad se empieza el camino al Alto Rendimiento para un juvenil? ¿Copiamos sistemas o creamos los nuestros? ¿Es sólo para jugadores o van también entrenadores?

#EdenPark (XV) con Martín Quetglas, Juan Pablo García y Eugenio Astesiano.

Eden Park (XIV): Gerente de Rugby

Esa es la posición que ocupa Pancho Rubio en la UAR y tiene bajo sí la responsabilidad de dotar a Los Pumas -en realidad, a todos los seleccionados que desembocan en Los Pumas- de jugadores aptos para la élite.

Seguimiento diario, gestión, orden, plan, son palabras que a medida que transcurrió la charla, fueron apareciendo en diferentes momentos para graficar diferentes situaciones.

Lo cierto es que Pancho Rubio confirma lo que se dijo acá, en este espacio, en el capítulo anterior. No hay ningún éxodo y los que se van, tienen quiénes eventualmente pueden reemplazarlos. Para eso se invierten recursos. Caso contrario, ¿para que hay Academias y Centros de Rugby, si la producción que se genera y el trabajo monumental que implica, no se usa?

De eso -y bastante más- habló Pancho Rubio junto a Juan Pablo García, Federico Espósito, Martín Quetglas y Eugenio Astesiano, en el (XIV) de Eden Park.

Parte 1

 

Parte 2

Eden Park (XI): la UAR explicada al detalle

El Secretario de la UAR y miembro del Board de Jaguares, Fernando Rizzi, se tomó su tiempo para pasar en limpio de manera detallada las posibilidades de competencia y el estado de situación -hoy- de Jaguares, de Los Pumas, de la realidad de la institución y de los jugadores.

Detalles y todos los escenarios que se barajan, evalúan y quiénes lo hacen.

Capítulo 11 de Eden Park, junto a Lisando Olearo, Eugenio Astesiano y Juan Pablo García.

Parte 1

Parte 2

La Primera, la Inter y la Pre de Los Pumas desde 1984

Por Eugenio Astesiano

No importa cómo sea haga, llevar adelante o buscar hacer un XV de Los Pumas desde 1984 hasta acá generará polémica. Entonces, nada mejor hacer dos XV, titulares y eventuales suplentes. Tampoco. No hay forma, siempre queda afuera alguien.

Pues, una solución fue apelar a la memoria, tomarle la palabra al Dr. José Luis Imhoff, quien fuera entrenador de Los Pumas a finales de los años 90, que decía que una buena forma de que Los Pumas fueran alguna vez más competitivos a nivel mundial -venían de perder 93-8 con los All Blacks- era que pudiera haber una forma en la que el rugby argentino pudiese generar tres jugadores por puesto, de calidad internacional.

Eso, que a finales de los noventa era casi utópico, hoy es prácticamente igual. Salvo los All Blacks y los Springboks, no hay seleccionados en el mundo que puedan tener tres jugadores de primer nivel por puesto y los desafiamos a buscarle la vuelta.

Entonces, este prólogo ha de servir para proponer 3 equipos de Los Pumas desde 1982 a la fecha. Como manifestó un periodista que fue consultado al respecto «tienen que haber sido buenas personas también» y si bien es una buena idea, en este caso vamos a tomarlos en cuenta por sus cualidades rugbísticas solamente.

Como toda lista, es caprichosa, opinable y obedece a gustos personales, memoria emocional y es muy probable que haya escasas coincidencias y muchas disidencias y tal vez, hasta algunos que, a paridad con otros, hayan quedado afuera. ¿Algunos fueron ubicados en puestos distintos? Probablemente si, pero fue para satisfacer la necesidad de que estuvieran. Algunos jugaron muy poco y hubieran merecido jugar más. Algunos tendrían que haber ido a un Mundial y algunos en lo poco que formaron parte del seleccionado, fueron muy importantes. ¿Los que no están? Pónganlos ustedes y reparen el eventual olvido, injusticia u error.

En definitiva, es como formar una Primera, una Intermedia y una Pre, así que no hay nada de raro en poner 45 jugadores. El orden de los tres por puesto es alfabético, no por mérito deportivo. Eso lo dejamos para más adelante.

Los Pumas 1984 – 2019

1. Marcos Ayerza / Diego Cash / Rodrigo Roncero.

2. Agustín Creevy / Mario Ledesma / Federico Méndez.

3. Omar Hasan / Mauricio Reggiardo / Martín Scelzo.

4. Eliseo Branca / Ignacio Fernández Lobbe / Guido Petti.

5. Patricio Albacete/ Alejandro Allub / Tomás Lavanini.

6. Jorge Allen / Juan Manuel Leguizamón / Santiago Phelan.

7. Juan Martín Fernández Lobbe / Marcos Kremer / Pablo Matera.

8. Pablo Camerlinckx / Facundo Isa / Ernesto Ure.

9. Tomás Cubelli / Martín Landajo / Agustín Pichot.

10. Hugo Porta / Gonzalo Quesada / Nicolás Sánchez.

11. Santiago Cordero / Ignacio Corleto / Juan Imhoff.

12. Lisandro Arbizu / Felipe Contepomi / Fabián Turnes.

13. Marcelo Bosch / Diego Cuesta Silva/ Matías Orlando.

14. Diego Albanese / Matías Moroni / Ramiro Moyano.

15. Emiliano Boffelli / Juan Martín Hernández / Joaquín Tuculet.

Es difícil convencer y contentar a todos

Es difícil convencer y contentar a todos y es difícil también -es imposible- que todos estemos de acuerdo. Mario Ledesma y su staff saben por qué eligieron a quienes eligieron y poco les importa y poco les tiene que importar la opinión de todos nosotros, porque ellos saben que todos vamos a opinar, en muchos casos, igual y otros pocos casos, distinto.

Y una lista para un Mundial tiene un componente personal y de análisis que el Head Coach, ayer en conferencia de prensa, se encargó de exponer.

¿La lista tiene lógica? Si.

¿Fue fiel a sus dichos? Si.

¿Nos vamos a poner de acuerdo con él? No.

Ya nos ocuparemos de analizar entonces qué hará Ledesma con estos jugadores antes y qué habrá hecho después de cada partido del Mundial o al menos, de los tres primeros, seguro.

Como en este espacio intentamos fundamentar las ideas y opiniones que expresamos, hagan click aquí e irán directo a nuestro canal de Ivoox donde está el #Podcast de esta semana.

Sobre el valor mensual de la suscripción que es de €1,49 por mes:

Como expresó Javier en su cuenta de twitter de manera muy atinada: «Y si, hay que pagar para escucharlo».

Como expresó Eugenio a posteriori: «No se puede decir más claro. ¿Vivimos de esto? No. ¿Queremos vivir de esto? Sí, nos gustaría. ¿Cómo se empieza? Así, desde 1,49€/mes. ¿Nos avergüenza? No. Entonces, adelante».

 

¿Qué va a hacer Mario Ledesma en Pretoria?

Los Pumas van a jugar en Pretoria ante los Springboks y Rassie Erasmus ya anunció a sus XV. Todos distintos, un equipo completamente diferente al que ganó en Salta el sábado pasado.

Evidentemente, la decisión de Erasmus es darle minutos a algunos jugadores que los necesitan -Kolisi, Coetzee- y una oportunidad a otros. Viene dulce después de ganar dos de sus tres partidos del Championship de manera categórica y de empatar con los All Blacks en Wellington en lo que fue una gran reacción en el final. Con lo cual, Erasmus tiene «espalda» y crédito suficiente para tomar riesgos y eventualmente, permitirse poner una formación que en otras circunstancias no pondría.

Mario Ledesma, por otro lado, llega con más dudas que certezas a este último partido. Entonces, ¿tiene sentido que Head Coach de Los Pumas haga cambios para jugar ante los Springboks en Pretoria para no arriesgar a algunos jugadores que son muy importantes en la estructura, o debe ser consecuente con sus palabras y seguir dándole «ritmo y fluidez» a la estructura general de juego para que el equipo siga puliendo detalles con la mayor cantidad de «titulares» posible?

¿Qué hará Ledesma? Es la pregunta. Lo curioso, es que ninguna de las respuestas va a satisfacernos del todo.

Si querés opinar, podés hacerlo y si querés escuchar nuestra opinión, podés hacer click acá para ir a nuestro Podcast semanal de Hablemos de Rugby en nuestro canal de Ivoox.

Guiños pincharratas

Salta es uno de esos lugares que a Los Pumas les sienta bien. Será allí el último partido del equipo en Argentina antes del Mundial y será también -seguramente- la última actuación en nuestro país -al menos por los próximos once meses, hasta junio 2020- de Matera, Lavanini, Sánchez, Figallo, Urdapilleta, Isa, Cordero y quién dice, tal vez también de Díaz Bonilla, Pieretto y Moyano.

Con los Springboks abocados a intentar romper con la monotonía de los All Blacks como campeones habituales del Rugby Championship y con Mario Ledesma en pleno estudio y análisis para balancear entre rotación y rodaje, el partido del Martearena va camino a convertirse en uno muy significativo.

La pregunta que aparece siempre en estas instancias es ¿Todos queremos ver ganar a Los Pumas como sea o queremos que Ledesma encuentre o empiece a encontrarle el funcionamiento al equipo? ¿Y a qué equipo, un equipo «estable» o con recambio?

Por partes: todos queremos ver ganar a Los Pumas, eso es obvio. Seguramente, no queremos que ganen «cómo sea».

Todos queremos y entendemos que de un momento a otro comenzará a producirse el recambio que a mayores, en algún momento iba a comenzar. En medio de esta situación estamos y las actuaciones de Jaguares en el Super Rugby y de Jaguares XV en la Currie Cup invitan a creer en que en breve algunos jugadores empezarán a asumir mayor protagonismo: Paulos, Gorrissen, Mensa, Mallía, Santiago Carreras, Miotti, Segura, Bruni, Castro, Chocobares, Molina, Oviedo, Sordoni, Dimcheff, Rodrigo Martínez, Portillo, Del Prete, Domínguez, Pedemonte, Mateo Carreras, Grondona… son algunos nombres cuyo destino es de «grandes ligas» casi inmediato.

Ahora bien, con el Mundial encima, lo más importante es que el juego de Los Pumas finalmente, fluya.

En definitiva, de eso se trata. De que el rugby fluya y los jugadores ejecuten cada secuencia, cada jugada, cada formación de la mejor forma posible ahora y cada vez con mayor perfección. Y que desde el 21 de septiembre en adelante, sea mejor todavía.

«A los Mundiales se va a ganar», se suele decir y repetir como un mantra bilardista -vaya este guiño a mis muchos amigos de Estudiantes de la Plata- y eso cierto en el fútbol, donde las cosas ilógicas e irracionales son moneda corriente, pero es una tarea desmesuradamente compleja en el rugby.

En el rugby, no. En el rugby prácticamente no hay lugar para sorpresas. Es cierto que hubo una en cada uno de los dos últimos mundiales (Tonga a Francia en 2011 y Japón a Springboks en 2015), pero la curiosidad es que en ambos casos, los perdedores llegaron uno, a la final (FRA no la ganó de casualidad en el Eden Park) y el otro fue tercero en Inglaterra.

Si le preguntan a Ledesma, por supuesto va a decir que va a Japón a llevarse la Webb Ellis. Si le preguntan a los jugadores, posiblemente vayan a decir la misma cosa. Y lo mismo dirán Townsend, Schmidt, Galthié, Erasmus, Jones, Gatland y Cheika. Hansen no necesita decirlo: la obligación viene con su cargo.

Entonces tenemos nueve contendientes al título de manera virtual. ¿Sumamos a Jamie Joseph por su condición de local? Diez. Está claro que ya hay dos que en se van a quedar afuera en primera rueda. Y al ser veinte participantes, hay otros diez equipos que van al Mundial a buscar mejoras, a dejar una mejor impresión.

Entonces, lo muy obvio: siempre va a ganar uno solo y el resto, no por no salir campeón habrá fracasado. Bueno… excepto Inglaterra en 2015. ¿Y por qué fracasó? Porque lo que cuenta, es el cómo. Perder, caer ante rivales que son pares o superiores, está siempre en los papeles. El tema es el cómo. Dicho esto, salvo una catástrofe, muy difícilmente Los Pumas vayan al Mundial y fracasen. ¿Pueden perder contra Francia e Inglaterra? Claro que pueden. También pueden ganar. Ya veremos cómo pasa la primera rueda, oportunamente.

Para esta tarea, Mario Ledesma, Nicolás Fernández Miranda, Martín Gaitán y Juan Fernández Lobbe van a elegir 31 jugadores. Se sabe que en los Mundiales, se valora mucho la polifuncionalidad para la confección de la lista, aunque no es una regla fija.

No vamos a dar nombres, porque no hay que mufar a nadie -otro guiño pincharrata- pero la lista ya está confeccionada en un 90%. Hay tres lugares -todos backs- por definir y eso, tal vez, sea meramente declamatorio. La lista tiene sólo una duda grande y es un back.

Por eso, la especulación de quiénes van/no van, es para los medios. Hasta el día que se dé la lista, la lluvia de nombres va a ser agotadora. Que por qué va este o no va este otro… Ufff… ya la vemos venir. La confección de la lista es un tema de gustos y todos tenemos gustos distintos.

Por eso al menos desde acá, nos vamos a correr un poco de esa tormenta. Acá, en Hablemos de Rugby, el foco estará puesto en analizar el funcionamiento de los que elijan, en ver si se pulen las ejecuciones, en si la toma de decisiones se basa en la selección de lanzamientos ya conocidos, probados y entrenados hasta el cansancio y que, simplemente, deben ser bien ejecutados.

Como es lógico, queremos que Los Pumas se equivoquen poco, seleccionen bien y concreten los quiebres que generen. Es muy básico. Eso vamos a puntualizar, en eso vamos a hacer foco y nos vamos a basar. Y sobre eso vamos a opinar y dar nuestra visión.

«¿Cuanto se puede esconder hoy en día? Muy poquito. Por ahí alguna jugada, algún lanzamiento puntual, pero la clave es que lo hacés salga bien» comentaba un miembro del staff. «Los dos partidos de Springboks de 2018 y 2019 en Wellington fueron muy parecidos. ¿Por qué cambiar lo que funcionó bien? Se trata de eso, de que la ejecución sea lo más cercana a la perfección posible. No es tan necesario cambiar».

Algo que sí había por cambiar en Los Pumas eran los dichos de Mario Ledesma sobre el partido «que le quita el sueño». Puertas adentro -aseguraron- esa cita, esa declaración como tal, ya no corre más. Ya se habló del tema y enhorabuena que así haya sido. «La realidad es que el partido con Francia en sí no nos define nada. Es un partido importantísimo, completamente, pero tanto como el de Inglaterra. Ya lo hablamos con los jugadores». Y sí… no tenía sentido alguno jugarse todo a un sólo resultado, porque por otro lado, no era cierto.

Por lo pronto, lo primero a la vista: Springboks, en Salta. Allí, en el Padre Martearena, hay que agradecerle a los que se van por todo lo que han hecho. Luego, observar si se logra aceitar el funcionamiento general del juego. También, si se bajan los errores no forzados y el número de tackles errados, ver que haya señales sensibles de mejora en el scrum, que se mantenga la buena disciplina y se confirmen los quiebres. Y si hay un 3 v 1, que sea try.

Por supuesto, si ganan, mejor.

Rotar

Por Eugenio Astesiano

Ninguna previa a jugar contra los All Blacks resiste un análisis dentro de la lógica. Desde afuera, empezando por la gente, el aficionado medio, el lego y que la trasladan luego los medios, empujados por el clickbait o la necesidad de decir lo que sea pero decir algo, hay una desesperación tal, una cosa tan profunda por ganarles a los kiwis que la euforia sobrepasa a la mesura, por varios cuerpos.

Entonces, bajo ese contexto y conforme se acerca la hora del partido, las barbaridades que se leen, se ven y se escuchan van in crescendo.

Pero como es contra Nueva Zelanda, la exacerbación de todo está permitida. Muchos van a ver el haka en lugar de a ver rugby. Y está bien, es su opción. Por eso el análisis rugbístico es complejo. Nos hemos quedado enganchados con ese último line out y el reduccionismo nos llevó a olvidar los tackles errados, las oportunidades en ataque desperdiciadas y también, los errores de los All Blacks.

Esta reducción en el análisis, la euforia y el hype general no son (nunca lo son) contra Australia y Sudáfrica. Eso es claro e innegable.

Y en este contexto de Rugby Championship corto y de Mundial de Japón a la vuelta de la esquina, un pequeño cambio de tema o no tanto, porque alude al título. Para que los helicópteros puedan volar, primero deben sustentarse. Y se sustentan porque las palas del rotor giran. Rotan. Eso hace que la máquina pueda ir hacia adelante y hacia atrás, hacia arriba y abajo con cierta facilidad. Pero para que haga eso, necesita de la mano dúctil del piloto.

Los Pumas están, hoy, en la misma situación. Para que Los Pumas puedan volar en el mundial necesitan rotar. Y para hacerlo bien, necesitan de la mano de Ledesma. Hace 4 años, en la previa al Mundial 2015, Los Pumas no tenían una temporada de Super Rugby encima. Ni hablar de haber llegado a la final del certamen en este 2019 que les demandó -física y mentalmente- un desgaste mayor y eso, a pesar de que sólo en la final debieron viajar a Christchurch en un viaje eterno de ida y de vuelta. La carga de minutos en año mundialista difiere de la que acarreaban en 2015. Por escándalo.

La pregunta es ¿Cuándo va a rotar Ledesma? y hay más. ¿Tiene pensado hacerlo? ¿Cuándo van a descansar los que más minutos jugaron en Jaguares? ¿Cómo se va a balancear la carga física, la parte fisiológica y el cansancio derivado de los continuos viajes a las antípodas? ¿Por qué no se usa a la escuadra ampliada que está en Sudáfrica con la Currie Cup? ¿Qué frena que puedan ser parte?

Una de las respuestas puede ser «porque necesitan rodaje como Pumas» y es cierto, Jaguares y Los Pumas no son lo mismo. Quien niegue esta afirmación está en problemas. Otra, puede ser que la logística de movimientos no es tan fácil. Ese tema es complejo de solucionar en el corto plazo, es cierto.

Pero estamos en la antesala del Mundial. Un mundial al que, repetimos, se llega de manera distinta a como se llegó a los anteriores. Para el rugby argentino, desde 2007 en adelante, cada mundial ha representado el fin de una etapa y el inicio de una nueva y el de 2019 no será la excepción. Será el último mundial con «sólo» 30 y pico de profesionales contratados por la UAR.

El próximo Mundial de Francia 2023 tendrá a Los Pumas con otra realidad. La UAR tendrá más de 70 jugadores contratados participando en muchas y diversas competencias, el trabajo se habrá profundizado, los clubes tendrán mejor calidad de jugadores y entrenadores y la base será mucho más amplia, con lo cual, jugadores que hoy están en m16 acaso ya sean parte del plantel.

Volvamos a lo inmediato. Usemos la razón: tal vez Mario Ledesma no necesite rotar, porque no necesita probar nada más. Tal vez su idea original era seguir dándole minutos a los jugadores porque el plan contemplaba que no había ni hay inconvenientes en hacerlo. O, que es lo que hay y hay que arremangarse o, como otra alternativa, no le conforman las opciones que están disponibles y va con estos a todos lados. Hay que darle la derecha a Ledesma, él sabrá por qué hace lo que hace.

En definitiva, él está a cargo y es el responsable que toma las decisiones. Como ya dijimos: Jaguares no son Los Pumas y lo que Gonzalo Quesada hizo funcionar al rotar, tal vez a Ledesma no lo convenza del todo y prefiera otra cosa distinta. Tiene el partido ante Francia entre ceja y ceja. Lo desvela.

Lo que sí, el juego. No perder el juego. No nos olvidemos del juego. Aunque Jaguares no sean Los Pumas, copiar o mantener lo que ha funcionado en la estructura de juego no tiene nada de malo. Con eso no hay que rotar.