
Ayer publicaron en AlRugby.com una entrevista a Raúl Pérez, uno de los entrenadores de los PampasXV. Para entender a qué fueron a la Pacific Rugby Cup, hay que leer.
La voz que llega del otro lado es la de un apasionado por el juego. Es inevitable, se nota. Y una charla que no tiene -en la previa- más remedio que ser breve por sus propias obligaciones, se estira hasta lo impensado por su amor por lo que explica, por cómo lo hace y por la actitud docente con la que lo hace. Los minutos pasan
Raúl Pérez –El “Asper” para casi todos- jugó en Duendes, jugó en Los Pumas, entrenó en Duendes y desde hace un buen tiempo -merced a sus conocimientos y a la forma de transmitirlos- está en el Staff de entrenadores de la UAR. Ya estuvo con Hourcade antes con los PampasXV y con Los Pumas. Conoce mucho, sabe mucho y ama lo que hace. Una combinación ideal.
Con Martín Gaitán fueron los entrenadores en Australia del equipo argentino que dejó la Vodacom sudafricana para llegar a la tierra de los Wallabies a aprender otras cosas. Y nadie mejor que él para entender y explicar lo que se fue a trabajar allá. Y qué se consiguió.
¿Después de estos casi dos meses, cuál es la evolución que más notaste en el equipo?
La realidad es que fuimos a competir contra un rugby con otra dinámica a la que estábamos y estamos acostumbrados a jugar. Eso nos fue llevando modificar algunas cosas, por ejemplo, los entrenamientos. Y en eso, tuvimos que observar, adaptar y recrear algo a lo que claramente no estamos acostumbrados. A una escuela de juego de una dinámica terrible en la que la pelota se mueve mucho más, en la que hay muchas líneas de carrera que convergen o no hacia diferentes lugares y hacia la pelota, lo que complica a las defensas… entonces, para poder conseguir esto en nuestros entrenamientos tuvimos que modificar un montón de cosas, cambiar el chip todos -staff y jugadores- para poder conseguir hacer algo que se asemejara lo más posible a lo que ellos (los australianos) hacen cuando entrenan. Creo y estamos todos convencidos que en este mes y medio hubo un aprendizaje nuestro, total. De todos. Un enorme aprendizaje.
¿Y cómo se bajó el aprendizaje?
Se consiguió bajar a la realidad con la competencia que tuvimos. Jugar contra Western Force, Waratahs, Brumbies… Reds… no fue sencillo: la verdad es que en la final ante los Reds tuvimos complicaciones. Eso siempre es bueno… estar complicados y poder levantar un resultado. El aprendizaje es haber modificado algunos detalles, entrenamientos, cosas que por ahí no nos dábamos cuenta antes. Y eso lo hizo la competencia diferente a la que veníamos teniendo hasta ahora. Ya te digo… aprendimos todos, mucho. Y por sobre todo, aprendimos a ver algo nuevo. Y aprendimos rápido, también, a aplicar e implementar esos cambios en la cabeza, lo que no siempre es fácil de hacer, pero lo hicimos. Esa es una de las grandes cosas de este tour por Australia. Implementar esta dinámica en los entrenamientos, de poner la presión en los jugadores en todo sentido y en ese momento, que se viva cada uno de los entrenamientos como si fuera un partido… esto fue cambiar casi de plano con lo que se venía haciendo hasta acá. Fue como empezar de cero otra vez.
Viendo a los australianos jugar al rugby uno sabe que va a ver destrezas. Qué cosas te resultaron más destacables al verlas ahí, in situ.
Que atacan con las manos, que atacan con el pie, que atacan siempre. Y también (hace una pausa) Me acordé… el cambio, el switch de pasar de atacar a defender en casi nada de tiempo… en un segundo. Eso fue crucial. Porque una cosa es verlo en un video cuando los analizás y otra muy distinta es cuando ves que pasa en el entrenamiento. Esa transición de un estado al otro es inmediata. Pasan de jugar, arriesgar y tal vez perder la pelota, a defender instantáneamente y a buscar en la recuperación de la misma otra oportunidad para atacar. Y siempre, mirando lo que hay enfrente. Esas destrezas acumuladas, sumada a esa velocidad de transición ataque/ defensa tiene mucho que ver con la tradición australiana del rugby league y de aussie rules (deporte australiano que por ejemplo, jugó de manera profesional el mismísimo Israel Folau)… ese tipo de destrezas y de velocidad, repentización… son cosas que ellos tienen tan incorporadas que cuando las ves en un entrenamiento no podés dejar de sorprenderte. Lo hacen todo bien. Eso los educa desde chicos a tener un excelente juego aéreo y un muy aceitado juego de manos. Casi que estamos describiendo a los Wallabies… pero bueno, es así. Y esto es lo que en este mes y medio nosotros (staff) y los PampasXV (jugadores) vimos y aprendimos a poner en marcha. Nos va a llevar un tiempo, porque no es una cosa que sale así como si nada… demanda mucho trabajo por delante pero lo bueno es que ya se empezó.
Tuvieron la posibilidad de entrenar en conjunto con los Waratahs… ¿Cómo fue la experiencia, qué resultó de ella y qué cosas comentó Cheika?
Muy buena. Cheika nos comentó que la velocidad que él pretende imprimirle a los entrenamientos de los waratahs es de 8/10… es decir, casi todo a máxima intensidad sea en ataque como en defensa. Y el entrenamiento nunca se detiene. Nosotros antes, en cada entrenamiento, parábamos la jugada si había algo para corregir, para decir, para ajustar… ahora y después de ver como se trabaja a ese nivel o por lo menos cómo trabaja Cheika, que además es un tipo con muchísima experiencia en el Hemisferio Norte (NdlaR: fue entrenador del Leinster y del Stade Francais) nos adaptamos a una nueva forma en la cual se descuentan las destrezas de los jugadores (por eso están ahí) y lo que hay por corregir se corrige en la sesión de video individual o en la grupal posterior. El entrenamiento tiene una intensidad brutal. El jugador se tiene que adaptar e ir aprendiendo a medida que va transcurriendo el entrenamiento. Nada de parar la práctica para explicar… ya no. Ahora la frase “Se juega como se entrena” pasa a tener una relevancia capital. Nada a media máquina, nada de que los defensores sean meros escudos y que le dejen al ataque hacer cosas sin presentar oposición… no… acá ¡todos los jugadores son protagonistas del entrenamiento! ¡Y se entrena duro, y se golpean, se disputa todo y a mucha intensidad siempre! Después, corregiremos lo que haya que corregir… Esto creo que yo que es lo más importante que hemos aprendido todos. Sin dudas.
¿Podrías describir el entrenamiento?
Una de las cosas que sorprende del juego que llevan a cabo y que es una de las claves de por qué es tan exitoso es que ellos entrenan casi igual que como juegan. ¿Y cómo lo entrenan? Lo que hacen es jugar muy arriba y bien de frente, casi chocando a la defensa y a mucha velocidad. ¿Esto que implica? Significa, en breves palabras, control de carrera y precisión. Si vos lo conseguís y logras hacerlo, a los defensores no les permite reaccionar falsamente ante nada porque, si eso pasa, ya los tenés metidos en tu defensa y los empezás a correr de atrás. ¿Si hoy para los PampasXV es un riesgo jugar así? Puede ser. Seguramente para ellos no, porque si se equivocan –y se equivocan poco- ¿qué pasa? Enseguida hacen el switch ataque-defensa y ya están listos para recuperar y contraatacar. Lo que te decía recién… es todo producto de su acerbo cultural pero también de práctica, práctica y más práctica. Y entonces, te encontrás con que una vez terminado el durísimo entrenamiento –porque no sabés lo duro que es- y hablo de los Waratahs, aunque también lo hemos visto con los Brumbies, porque estuvimos tres semanas en Canberra viviendo en el lugar en el que ellos trabajan todos los días. Ellos no hacen entrenamientos tan duros en el contacto como los de Cheika, pero si, igual de intensos en la precisión y en la presión sobre el jugador – y se ve, y ya lo habíamos vivido con Graham Henry también- que cuando termina el entrenamiento formal, los jugadores se quedan ejercitando solos -y siempre- cosas de destrezas individuales en general, o por puesto, o según la necesidad de cada uno de ellos… Bueno, esta es otra semilla que prendió en los PampasXV y hasta por observación se incorporó. Después de cada práctica, los chicos se quedan ejercitando. Cuando ves esas sesiones de entrenamiento, te das cuenta de que aún siendo muy diferentes a los nuestros no hay nada librado al azar. Todo se entrena muchas veces y a mucha intensidad. ¿Y entonces? Mejorás mucho. Por repetición e intensidad no tenés alternativa. Mejorás seguro. Vuelvo a lo que me preguntabas sobre si vamos a poder jugar así. Ya lo intentamos allá y salió algo, pero nos queda por delante mucho trabajo, muchísimo, para recién empezar a hacerlo así por hábito.
El staff de Los Pumas ya tuvo la posibilidad de trabajar junto o con Graham Henry y con Michael Cheika. ¿Cuáles son las diferencias entre ellos o entre el modelo neozelandés y australiano?
Michael Cheika y Graham Henry, ambos hacen mucho hincapié en lo que a destrezas individuales de los jugadores se refiere. Lo que pasa es que con Graham Henry, las veces que vino a la Argentina a trabajar con nosotros su preocupación era más la de estar encima de los entrenadores, de darle pautas, de hacer coaching, que por ahí a enfocarse en los jugadores. Henry no tuvo mucho tiempo para trabajar con el plantel en el sentido de la puesta a punto según su gusto, sino que nos dio herramientas, conocimientos y consejos para que nosotros fuésemos los que transmitamos lo aprendido. Vos fijate que en los (Auckland) Blues sí, con más tiempo y disposición, junto a Kirwan pueden trabajar sobre el equipo. El ahí no hace coaching de entrenadores sino que va directamente con el jugador. Michael Cheika hace lo mismo en los Waratahs: él trabaja directamente sobre los jugadores, los tiene desde la pretemporada a disposición y baja línea y los hace ejercitar incorporándoles todo su bagaje técnico que él, producto de estar tanto tiempo en el hemisferio norte, él mete mucho de estructura de juego, la organización de la defensa y el ataque… algo un poco más estructurado, más de esquema. Y corrige las cosas no en los entrenamientos, sino después. Bah… lo que te contaba antes de la intensidad a pleno en el campo y después, a ver y arreglar las cosas en el análisis del video. Pero reitero: hay algo que los dos siempre hacen mucho hincapié, que es en la destreza individual del jugador. Eso no se deja de trabajar nunca. Y si los jugadores las tienen y las ejercitan, después, a la hora del trabajo grupal, es mucho más sencillo.
Es evidente que se apunta alto… ¿En que otros aspectos –si es que los hubo- esta gira dejó un aprendizaje?
Para mantener este nivel de juego tanto en entrenamiento como en partido lo que se requiere es un nivel de concentración muy alto. No se puede hacer esto si no estamos todos en sintonía y enchufados. Pareciera, por lo que conté hasta acá, que la sensación que da es que es todo físico y no, no es estrictamente así: el aspecto mental juega un rol importantísimo. No hay lugar ni tiempo para estar desconcentrado. Te lo exige el juego. Porque este tipo de juego del hemisferio sur (o al menos, el australiano) tiene una particularidad: jugar tan cerca de la defensa rival obliga a recalcular todo el tiempo la velocidad de la carrera para no llegar pasado ni llegar antes, entonces hay que dominar muy bien esta situación y eso requiere mucha concentración. Todo en realidad lo requiere, pero esto es crucial porque si no llegás a tiempo toda la ejecución pierde sentido.
Entonces, para sintetizar, sin dudas que esta Pacific Rugby Cup sirvió…
La competencia te ayuda muchísimo. Jugar… esto que fuimos a ver y que obtuvimos, fue muy diferente a la Vodacom. Esto que vimos y fuimos a buscar es ritmo de Super Rugby y lo conseguimos. Nosotros tenemos que adaptarnos rápido a este juego porque cuando entremos con la franquicia esto no tiene que ser sorpresa sino hábito y por eso, los jugadores comprendieron (nosotros también) la importancia de lo que vimos e hicimos durante este mes y medio. Los cambios se van a empezar a ver más pronto que tarde y sí, como todo, va a ir requiriendo de ajustes sobre la marcha pero estamos muy bien encaminados.