No se tiene que ir a ningún lado

Por Eugenio Astesiano

@ugeastesiano

Cambiar todo o no cambiar nada no parece ser la solución. Y además, ¿cambiar qué de Los Pumas? ¿Jugadores? ¿Miembros del staff? ¿El staff entero? ¿La estrategia general de juego? ¿Las tácticas?

¿Qué? Veamos.

Si hay algo que hemos aprendido a los tumbos es que los cambios radicales, intempestivos, los timonazos exacerbados, los impulsivos, nunca llevan a buen puerto.

¿Qué pasaría si mañana se despierta Ledesma y dice «hasta acá llegué, me cansé, listo, renuncio»?

Seguramente, nada bueno.

Igual que nada bueno ocurrió cuando lo tuvo que hacer Hourcade en la sala de prensa de Colón de Santa Fe ni cuando lo hizo Tati Phelan en la sala del segundo piso de la UAR en Dardo Rocha.

«Ledesma tiene que renunciar e irse ya» desprotrican y auguran los más audaces y osados, a viva voz. Muchos otros, por lo bajo, sin que se escuche mucho, pero lo suficiente como para que se oiga.

OK. ¿Y quién asume si se va Ledesma?

«Cualquiera». Ajá. Cualquiera. Como si fuese muy fácil reemplezar un Head Coach por otro así de buenas a primeras.

Ya hemos visto que, con un plan alternativo aunque más no sea de emergencia que se torna en efectivo luego, la nave no siempre va a buen puerto a mediano plazo. Imaginemos, entonces, sin un plan alternativo.

La experiencia indica que es mucho, pero mucho más fácil buscar esas alternativas en las tácticas que alteren – o no- la estrategia, con cambios de jugadores y puestos y probaturas varias, que cambiar un entrenador o su staff o todo, en medio de un proceso mundialista.

Ledesma no se tiene que ir a ningún lado. No ahora.

Ledesma cuenta como Head Coach con una ventaja adicional que no tuvieron Phelan y apenitas, Hourcade.

La cantidad, la base de jugadores sobre los que puede elegir, que es inmensa.

La de jugadores que produjo y produce el sistema de Alto Rendimiento de la UAR es digna de reconocimiento y más, en este contexto.

Siempre hablamos de camadas exitosas de Pumitas. Con revisar las últimas cinco, tomaremos dimensión del trabajo y las opciones.

Dicho esto, la selección de jugadores de un entrenador siempre es criticable, pero hasta cierto punto. Lo importante es qué hace el entrenador -y sus asistentes- con sus elegidos. Si cumple con los objetivos, o no.

Esto es, sin que importe demasiado quiénes, lo que cuenta es qué propone táctica y estratégicamente y si las piezas encajan en lo que propone.

Si los jugadores no encajan, o lo que propone -sus objetivos- no se cumplen, o ambas cosas, es por ahí donde hay que apretar las clavijas y afinar.

Mario Ledesma es quien tiene que hacer que las cuerdas elegidas entreguen las notas deseadas. Si no lo puede hacer, tiene otras cuerdas para probar. Nunca o poquitas veces, las cosas funcionan de una.

El año pasado Los Pumas tuvieron un buen año desde los resultados y en algunos momentos, desde el juego. Lo que pasa es que nadie se acuerda porque esto es Argentina y vivimos revolcados entre las olas.

Hace apenas once meses, las notas sonaban bien porque las cuerdas estaban afinadas. Puede volver a pasar, con cuerdas nuevas o seminuevas, bien afinadas una vez más.

Hay por delante dos partidos contra Australia, y Australia sirve como ejemplo.

De la mano de Dave Rennie ha recorrido en más o en menos, desde su asunción como Head Coach, un camino tortuoso desde los resultados, pero auspicioso desde lo estratégico. Diríamos, muy auspicioso.

En este momento, Ledesma puede imitar ese proceso.

No se trata de ganar o perder. Se trata de encontrarle la vuelta al juego con los jugadores que él eligió.

Por historia, por estadísticas y por muchas razones, Los Pumas siempre han perdido más de lo que han ganado. Lo que queda en la memoria es el juego. Siempre el cómo prevalece ante el resultado puntual.

Dave Rennie parece el ejemplo a seguir. Mario Ledesma tiene a la mano posibles soluciones a sus problemas de hoy: darle confianza a los más jóvenes y hacerlos jugar.

Ellos van a responder en el campo como han respondido hasta acá. Los Pumas finalizaron su partido ante los All Blacks con Gonzalo García, Santiago Carreras, Santiago Chocobares y Lucio Cinti como 9, 10, 12 y 13, respectivamente.

Está a la vista que puede funcionar.

Poco para agregar

Ya hablaron los jugadores, dentro y fuera de la cancha. Hablaron en ese idioma que todos entendemos.

Sí, es verdad que la placa dice Los Pumas 25 – All Blacks 15.

Más que suficiente.

Los esperamos en en el Podcast en la semana. Ahí, seguramente, tengamos más cosas para decir. Hoy, ya fue suficiente.

Si quieren escribir ustedes, está bien.

Eden Park (XVII) Sonno Qui

Tras un corto impasse, estamos de vuelta.

Este #EdenPark, casi en solidaridad con el original de Auckland, cerrado por el comienzo de una nueva red de contagios de Covid en dicha ciudad,  retoma de a poco su actividad conforme el rugby empieza lentamente a asomar en el horizonte.

¿Somos medidamente optimistas? Si. ¿tenemos alguna información medianamente relevante para los tiempos que corren? Si.

Les acercamos poco menos de una hora de debate, charla, info, opinión y algún que otro disgusto que vamos a pasar por contar algunas cosas…

Con Lisandro Olearo @lichiolearo , Martín Quetglas @CordobaXV, Eugenio Astesiano @ugeastesiano y Juan Pablo García @rugbycomar.

Bloque 1

Bloque 2

Eden Park (XIV): Gerente de Rugby

Esa es la posición que ocupa Pancho Rubio en la UAR y tiene bajo sí la responsabilidad de dotar a Los Pumas -en realidad, a todos los seleccionados que desembocan en Los Pumas- de jugadores aptos para la élite.

Seguimiento diario, gestión, orden, plan, son palabras que a medida que transcurrió la charla, fueron apareciendo en diferentes momentos para graficar diferentes situaciones.

Lo cierto es que Pancho Rubio confirma lo que se dijo acá, en este espacio, en el capítulo anterior. No hay ningún éxodo y los que se van, tienen quiénes eventualmente pueden reemplazarlos. Para eso se invierten recursos. Caso contrario, ¿para que hay Academias y Centros de Rugby, si la producción que se genera y el trabajo monumental que implica, no se usa?

De eso -y bastante más- habló Pancho Rubio junto a Juan Pablo García, Federico Espósito, Martín Quetglas y Eugenio Astesiano, en el (XIV) de Eden Park.

Parte 1

 

Parte 2

Eden Park (XII): Exxodus

Primero lo primero. Lo anticipa Federico Espósito haciendo gala de sus palabras que tienen mucho de quirúrgicas: si pasaron por alto el Eden Park XI, no entren al XII. Segundo lo segundo: el título… ojalá fuera por la banda de heavy metal, pero no. No es este un blog de música, por ahora. En realidad si, porque sin música no habría nada. Dicen que la música calma a las fieras y créase o no, este Eden Park XII tiene mucho de eso, de calmar fieras.

Sobre todo, las fieras internas. Eso, se logró en parte.

Luego, las externas. Eso, ciertamente, no creemos que vaya a tan fácil porque hay muchos asuntos alrededor que lo condicionan, entre ellos, la furia que cierra ojos y oídos y hace que el entorno no sea amigable ni colabore. Por eso, si sos muy susceptible, la recomendación es «no veas este Eden Park XII».

De alguna forma, lo que Lisandro Olearo, Eugenio Astesiano, Martín Quetglas y Federico Espósito te quieren decir es:

¿Éxodo? No hay ningún éxodo.

Eden Park (XI): la UAR explicada al detalle

El Secretario de la UAR y miembro del Board de Jaguares, Fernando Rizzi, se tomó su tiempo para pasar en limpio de manera detallada las posibilidades de competencia y el estado de situación -hoy- de Jaguares, de Los Pumas, de la realidad de la institución y de los jugadores.

Detalles y todos los escenarios que se barajan, evalúan y quiénes lo hacen.

Capítulo 11 de Eden Park, junto a Lisando Olearo, Eugenio Astesiano y Juan Pablo García.

Parte 1

Parte 2

Eden Park (IX) Docente a cargo: Germán Fernández

El alumnado de Eden Park -completo, con Juan Pablo García @JPGarcia2, Lisandro Olearo @lichiolearo, Federico Espósito @redacttore, Eugenio Astesiano @ugeastesiano y Martín Quetglas @CordobaXV -prestó debida atención porque el profesor que estuvo al frente de la clase de hoy, es de esos que son para preguntarle y aprovechar sus respuestas.

Por eso, como el docente a cargo fue Germán Fernández… CARPE DIEM

Parte 1

 

Parte 2

La Primera, la Inter y la Pre de Los Pumas desde 1984

Por Eugenio Astesiano

No importa cómo sea haga, llevar adelante o buscar hacer un XV de Los Pumas desde 1984 hasta acá generará polémica. Entonces, nada mejor hacer dos XV, titulares y eventuales suplentes. Tampoco. No hay forma, siempre queda afuera alguien.

Pues, una solución fue apelar a la memoria, tomarle la palabra al Dr. José Luis Imhoff, quien fuera entrenador de Los Pumas a finales de los años 90, que decía que una buena forma de que Los Pumas fueran alguna vez más competitivos a nivel mundial -venían de perder 93-8 con los All Blacks- era que pudiera haber una forma en la que el rugby argentino pudiese generar tres jugadores por puesto, de calidad internacional.

Eso, que a finales de los noventa era casi utópico, hoy es prácticamente igual. Salvo los All Blacks y los Springboks, no hay seleccionados en el mundo que puedan tener tres jugadores de primer nivel por puesto y los desafiamos a buscarle la vuelta.

Entonces, este prólogo ha de servir para proponer 3 equipos de Los Pumas desde 1982 a la fecha. Como manifestó un periodista que fue consultado al respecto «tienen que haber sido buenas personas también» y si bien es una buena idea, en este caso vamos a tomarlos en cuenta por sus cualidades rugbísticas solamente.

Como toda lista, es caprichosa, opinable y obedece a gustos personales, memoria emocional y es muy probable que haya escasas coincidencias y muchas disidencias y tal vez, hasta algunos que, a paridad con otros, hayan quedado afuera. ¿Algunos fueron ubicados en puestos distintos? Probablemente si, pero fue para satisfacer la necesidad de que estuvieran. Algunos jugaron muy poco y hubieran merecido jugar más. Algunos tendrían que haber ido a un Mundial y algunos en lo poco que formaron parte del seleccionado, fueron muy importantes. ¿Los que no están? Pónganlos ustedes y reparen el eventual olvido, injusticia u error.

En definitiva, es como formar una Primera, una Intermedia y una Pre, así que no hay nada de raro en poner 45 jugadores. El orden de los tres por puesto es alfabético, no por mérito deportivo. Eso lo dejamos para más adelante.

Los Pumas 1984 – 2019

1. Marcos Ayerza / Diego Cash / Rodrigo Roncero.

2. Agustín Creevy / Mario Ledesma / Federico Méndez.

3. Omar Hasan / Mauricio Reggiardo / Martín Scelzo.

4. Eliseo Branca / Ignacio Fernández Lobbe / Guido Petti.

5. Patricio Albacete/ Alejandro Allub / Tomás Lavanini.

6. Jorge Allen / Juan Manuel Leguizamón / Santiago Phelan.

7. Juan Martín Fernández Lobbe / Marcos Kremer / Pablo Matera.

8. Pablo Camerlinckx / Facundo Isa / Ernesto Ure.

9. Tomás Cubelli / Martín Landajo / Agustín Pichot.

10. Hugo Porta / Gonzalo Quesada / Nicolás Sánchez.

11. Santiago Cordero / Ignacio Corleto / Juan Imhoff.

12. Lisandro Arbizu / Felipe Contepomi / Fabián Turnes.

13. Marcelo Bosch / Diego Cuesta Silva/ Matías Orlando.

14. Diego Albanese / Matías Moroni / Ramiro Moyano.

15. Emiliano Boffelli / Juan Martín Hernández / Joaquín Tuculet.

Se terminó

Por Eugenio Astesiano

Un día iba a pasar: se terminó el Mundial de Japón. Un Mundial que ha sido distinto. Muy distinto a todo lo anterior. Con todo previsto aún para las situaciones más caóticas. Porque en Japón nada se sale de control. Allí, nada altera el ritmo. Nada se modifica. Todo tiene su tiempo acordado. Nada es al azar. Japón es el lugar en el que la palabra «improvisar», no existe y donde la palabra «protocolo» tiene cuantas acepciones quiera tener. Todo estaba previsto, firmado y diagramado de antemano.

Japón: donde no hay casas o edificios, hay parkings o arrozales. No hay extensiones de tierra sin viviendas. Una, ocho, cien o miles. Eso, en su relativamente escaso terreno habitable. Y atención, Nihhon es grande. Muy grande. Del tamaño de Alemania. Al mismo tiempo, en octubre, afloran el clima subtropical templado y el de la estepa siberiana. All in one country.

En Japón saben que pueden organizar lo que quieran. Si Estados Unidos es la Meca del show, Japón es la de la organización, el respeto y la seguridad. Nunca nadie se sintió tan seguro como allí. Sin dudas. Pero, no hay que idealizar. La inmigración es escasa y sobre el trato que suelen recibir, coinciden un entrenador neozelandés que lleva veintiocho años allí, una mexicana hija de japoneses con buen pasar económico y un cajero de Bangladesh que en un inglés más rudimentario que su japonés, explica lo duro que se hace sobrellevar la situación.

Organización. Al mismo tiempo convivieron un Mundial de Rugby, un Mundial de Voley (dos, de hecho), el béisbol de su importantísima liga profesional local, no uno sino varios tifones (Hagibis, el 19 de la temporada, fue un huracán de categoría 5 que se cobró más de ochenta víctimas), inundaciones, deslizamientos, un cambio de emperador (y Era)… todo, bajo un estricto y riguroso sistema ordenado y protocolizado que permitió que las cosas funcionaran casi inmediatamente y sin alteraciones -en apenas horas- en lo que a otros países le demandaría meses. O años.

Nos guste más o menos, ese orden estricto y extremo, esa exigencia a prueba de errores, a ellos les funciona. Y vaya si les funciona. No, no nos cabe en nuestra cabeza latina. Y también les cuesta a los anglosajones entender y adaptarse. Pero a los japoneses, les funciona.

Allí, «no» es «no», las 19:23 son las 19:23 y una luz roja para el peatón -en una esquina cualquiera de una calle común en la madrugada de un lunes lluvioso, en una ciudad pequeña donde hace algunas horas ya no circulan autos- es una luz roja y ese señor no va a cruzarla, aunque se esté mojando. Quien lo mira incrédulo tampoco pero por pudor, no por convencimiento.

Por demás, jugaron un gran rugby. Victorias ante Irlanda y Escocia -enormes ambas- acompañaron su andar. La clasificación a Cuartos de Final fue un premio sensacional a un rugby que toma riesgos, porque así es como juegan y así es como han conseguido sus éxitos recientes.

Rugby. Sudáfrica fue campeón -merecido- después de una final en la que literalmente, le hizo a Inglaterra lo mismo que Inglaterra le hizo a Nueva Zelanda en la semifinal. Lo había advertido Warren Gatland días atrás y sólo recibió burlas de Eddie Jones. Ganarle a los All Blacks no es ganar un Mundial, Eddie.

Gales. Gatland le planteó un partido de igual a igual al campeón -contra todos los pronósticos- y casi se lo gana. Gales fue cuarto. Convendría hablar en algún momento de este equipo, de su Mundial, de sus meses anteriores al mundial, de sus lesionados antes y durante, de Rob Howley… de la subestimación constante. Fue el final de la era de Gats al frente de Gales. ¿Se podría haber ido mejor? Si. O no… Parece poco lo que hizo, pero fue mucho. Muchísimo, tal vez. «This is my truth tell me yours» dijeron los Manic Street Preachers alguna vez. Le cabe a Gatland para sus doce años al frente del equipo. Y quién lo duda, a Alun Wyn Jones. A los dos les queda aún por delante una bala de plata: British & Irish Lions 2021. No falta tanto.

Nueva Zelanda. ¿Que fue tercero? ¿Y qué? Seguirá reinando en el rugby, siempre. ¿Que el ranking no opina lo mismo? El ranking no es el rugby. El ranking es matemáticas. El rugby, el juego, es otra cosa. Cuando juega, nadie juega mejor. Sienta precedentes. Es lo que hace grande, imprescindible a Nueva Zelanda. No a los All Blacks. A Nueva Zelanda. Nueva Zelanda es Tew, Hansen, Foster, Gatland, Schmidt, Pivac, Mitchell… es el universo de jugadores a disposición para muchos países, es su organización deportiva, su pathway. Los All Blacks son una parte vital de ese pathway, pero hay mucho más. Steve Hansen, su staff y su grupo de líderes, dejaron su huella indeleble en este deporte. Kieran Read, Ryan Crotty, Sonny Bill Williams, Ben Smith, Matt Todd. Curiosamente, todos menos uno tienen un denominador común: Crusaders. Y es por eso que Nueva Zelanda no es -solamente- los All Blacks.

Inglaterra. Fue, es y será una potencia. Las Libras disponibles y de a millones le otorgan un plus que nadie más ostenta. Underhill y Curry. Ford y Farrell. Watson y May. Marler y su histrionismo. Itoje y su ego. Eddie Jones y su lengua. Varias parejas han hecho un Mundial memorable. Es innegable que iban por la Webb Ellis y estuvieron muy cerca y muy lejos a la vez. Ante Tonga y ante Sudáfrica, en los extremos de la competencia, el equipo no pudo, no supo o no encontró cómo. En los cuatro partidos del medio, sí. Y jugó sin ataduras, con mucha convicción, intensidad y aplomo. Con la confianza a tope, casi sobrados, rozando la subestimación en algunos momentos. Sin dudas su partido ante los All Blacks es una lección de rugby sin pelota.

Sudáfrica. Muchas cosas rotas. Prejuicios, en primer lugar. El proceso de Rassie Erasmus al frente del equipo ha sido de «solo» dos años. La reconstrucción tuvo muchas aristas. la primera, la confianza del entrenador en volver a las bases para empezar desde un lugar que sea conocido para todos. Si Nueva Zelanda es imprescindible en el mundo del rugby, Sudáfrica también lo es. Son el Ying y el Yang. Se necesitan y se los necesita. Aparacieron los líderes adentro de la cancha y apareció la mística. El capitán hizo su rol y los líderes también estuvieron ahí. Eso, fuera de la cancha. Allí, el silencio, el no alarde, la sumisión al trabajo y la seriedad para afrontar el Mundial estuvieron por delante de todo y todos. Muchos levantaron la mano para que el equipo fluyera en la cancha y una figura fue la que sintetizó el espíritu Springbok: Schalk Brits. Retirado, respondió al llamado de Erasmus para que lo ayudase en la reconstrucción y se convirtió en alma mater, en guía.

Sudáfrica rompió mitos: es el primer equipo que sale campeón del mundo tras perder un partido en la fase de grupos. También es el primer equipo que sale campeón tras haber ganado el Rugby Championship del mismo año. Handré Pollard se suma al club de los campeones del mundo en juveniles y mayores. Y se suma al club de los que mantienen la cabeza fría en momentos claves. Fue EL Mundial de la consagración de Piet Steph du Toit como el mejor de todos y también, el Mundial que demostró que muchas veces, más que los centímetros, los kilos y los bíceps, el músculo más importante de todos sigue siendo el cerebro: Faf de Klerk y Cheslin Kolbe dieron cátedra en la cancha. Por cierto, Agustín Pichot hizo lo suyo fuera de ella. Las reuniones entre dirigentes de alto rango del universo rugbístico durante el Mundial lo ponen en carrera a la presidencia de World Rugby. El tema ya estaba encaminado en mayo pasado, pero está ahora oficializado.

El buen desempeño de varios equipos emergentes -así se dice ahora- pide a gritos nueva, más y mejor competencia para que puedan evolucionar. Eso no hace más que darle la derecha al ex medioscrum de Los Pumas en su búsqueda de unificar y encolumnar un calendario más justo, equitativo y colaborativo para todos en el rugby. ¿Eso va en contra de los millones de los fondos de inversión que van por la Premiership, el Pro14 y el Seis Naciones? Y… al parecer, sí. Pero al final del día, todo se solucionará por la vía de los millones. Equilibrar finanzas. Oferta y demanda. Algo que deje a todos más o menos contentos y que será, en definitiva, lo que termine de inclinar la balanza para un lado o para el otro cuando se cierren las listas para las candidaturas. Todo parece indicar que será Pichot – Laporte vs el eje británico. Lejos de ser Tirios v Troyanos, acá no hay nada irreconciliable. Todo se puede acordar. Simplemente, hay que esperar y ver.

Uruguay. Fiel representante del lote emergente, ganó mucho más que un partido ante Fiji. Que además, no fue su mejor partido ni mucho menos. Fue un partido intenso, de dientes apretados, de tomar cada chance, de confiar en lo planificado. Pero visto luego el primer tiempo contra Australia y el partido ante Gales, estos dos, antes las dos potencias, fueron mucho mejores en el conjunto que la victoria ante los isleños. Obviamente, el impulso y el shock de ese triunfo fue determinante. Con buena parte del objetivo deportivo primario cumplido, el llegar al Consejo de World Rugby es otro de los logros destacables que no debe tomarse a la ligera. Uruguay fue un equipo encolumnado detrás de una frase. «Shockear al mundo» fue el norte de todo un staff completo y los treinta y un jugadores, completamente alineados. Un grupo de líderes con una positividad fuera de plano mensurable. Mente, cuerpo, estrategia, tácticas, humildad, confianza y convicción a toda prueba. Muchas historias diferentes, conmovedoras algunas, increíbles otras y otras mejores pero sin alardes, todas entrelazadas, le dieron al equipo celeste una fuerza especial. Distinta. «Mana«, que podríamos decir en Maorí.

Argentina. Argentina… Es difícil pensar en qué se habría podido leer por ahí si ese drop de Camille López no pasaba por el medio de la H. Si al menos algo podemos creer es que habría habido muchos menos diarios del lunes. En el Grupo «de la muerte» siempre hubiera sido mejor morir peleando todas las pelotas que dejándose morir de a poco. Nunca el tema es perder, es cómo se elige perder. Uno de los puntos que se puede señalar es uno que ya se había señalado oportunamente y fue estratégico: ceñir todo a un sólo partido, como si después de eso (Francia) no hubiera un mañana. Un Mundial no puede o no debería ceñirse al resultado de un solo partido. En otras cosas que se buscaban mejorar casi desesperadamente, se mejoró. El scrum funcionó mucho mejor, pero como eso solo no gana partidos, en otras cosas que el equipo estaba mejor o al menos, era más confiable (su defensa, su ataque, su juego con el pie) en eso fue menos eficiente. Pero donde más cayó el equipo fue en la confianza en sí mismo. No creyeron posible que era posible ganarle a Inglaterra. Los Pumas fueron una montaña rusa de emociones y rendimientos grupales e individuales. Picos y valles en muchos aspectos durante la competencia. Y un poco antes, también.

Domo arigatou gozaimasu Japón. Ha sido un Mundial distinto, con muchas lecciones aprendidas. Eso entusiasma, porque lo que veremos seguramente será mejor que lo que vimos.

 

Crédito foto portada: Francois Nel, para World Rugby/ Getty

Es difícil convencer y contentar a todos

Es difícil convencer y contentar a todos y es difícil también -es imposible- que todos estemos de acuerdo. Mario Ledesma y su staff saben por qué eligieron a quienes eligieron y poco les importa y poco les tiene que importar la opinión de todos nosotros, porque ellos saben que todos vamos a opinar, en muchos casos, igual y otros pocos casos, distinto.

Y una lista para un Mundial tiene un componente personal y de análisis que el Head Coach, ayer en conferencia de prensa, se encargó de exponer.

¿La lista tiene lógica? Si.

¿Fue fiel a sus dichos? Si.

¿Nos vamos a poner de acuerdo con él? No.

Ya nos ocuparemos de analizar entonces qué hará Ledesma con estos jugadores antes y qué habrá hecho después de cada partido del Mundial o al menos, de los tres primeros, seguro.

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Como expresó Javier en su cuenta de twitter de manera muy atinada: «Y si, hay que pagar para escucharlo».

Como expresó Eugenio a posteriori: «No se puede decir más claro. ¿Vivimos de esto? No. ¿Queremos vivir de esto? Sí, nos gustaría. ¿Cómo se empieza? Así, desde 1,49€/mes. ¿Nos avergüenza? No. Entonces, adelante».