El Seis Naciones finalizó con lo que varios se esperaban. Un conjunto gales que combina las mañas que sólo la experiencia puede traer, con el hambre y la explosión juvenil. De principio a fin, el Dragón hizo un trabajo fino, exceptuando quizás el cotejo ante Italia, donde se pronosticaba una paliza.
Warren Gatland, head coach de la Welsh Rugby Union, terminó de moldear el proyecto que había comenzado Graham Henry a fines de los 90′, potenciando un discurso hegemónico en el rugby, como lo es el de “hacer las pequeñas cosas, bien”.
Ese ABC que nos inculcaron desde niños, parecería tener -hoy- un fundamento sólido que lo avale. Actitud y Aptitud fueron armas para sobrellevar y dar vuelta partidos adversos en terrenos difíciles para cualquier equipo. La victoria frente a Inglaterra en Twickenham no es algo menor. Sintetizó el momento de uno frente a otro, reflejó a un Gales
armado y ambicioso frente a una Rosa que comienza a fortalecer sus pétalos y crecer. Tuvo momentos de fragilidad, y supo repararlos, como tambien momentos en los que parecia una barrera impenetrable, en los últimos minutos del partido.
La B y basándonos ya en el modelo elaborado por Eliseo Pérez, sería la Base de Formación, aquellos focos de obtención y posesión que un equipo tiene dentro de los 80 minutos que dura un partido.
Una primera línea con años de experiencia, una segunda combativa con Alun Wyn Jones y una tercera con Faletau de octavo, Warburton jugando a lo McCaw y Lydiate tackleando a la altura del cordón de un botín hacen que el Dragón tenga un pack impresionante, sea en el scrum o line, como también desplegado para atacar en el ancho de la cancha.
Sin pelotas de calidad, no hay backs que se puedan lucir. Sin pelotas en la mano, sólo queda ser ordenado y tacklear ofensivamente buscando el error ajeno. Cuando Gales tuvo la
pelota en su poder, no sólo hizo el rugby básico de tomar y darla ó dar cátedra del off-load, sino también le dió la pauta a los tres de atras que intervengan en cualquier sitio de la cancha, como las entradas del gigante Cuthbert en el canal 1, correspondiente al axial externo del apertura.
Con la C, resta hablar de la Confianza y la Concentracion. El rugby no es solamente medir 1.90m, pesar 110kg y hacer salteos como tackles ofensivos. Es una práctica que requiere esfuerzo físico, y también mental. Por eso lo juegan todos, desde el más gordo hasta el más flaco, del enano al enorme. La confianza en uno mismo es lo que hace rendir a los que van al apoyo. La concentración en un partido de nivel mundial, como lo son éstos del Seis Naciones, es vital para rematar un partido, o en caso inverso, poder darlo vuelta.
Gales demostró tener sed de gloria, que lo sucedido en Nueva Zelanda hace unos meses no fue algo esporádico, y que quiere llegar al 2015 a Inglaterra, con serias intenciones al título. Una cultura poseída por el deporte ovalado, que toma al rugby como su práctica favorita al estilo neozelandés, no sólo genera una sana presión a los jugadores, sino también el respaldo de sus almas.

Su Grand Slam, su Triple Corona, su puntaje ideal en los cinco partidos disputados y lo que generan al pisar el Millenium de Cardiff o cualquier estadio, hacen de Gales un equipo sensación, pero que también busca quedar en la historia, como lo hicieron en la década del 70 y 80.
Resta saber que porcentaje de jugadores selecciona el mismo Gatland para la gira de los British & Irish Lions en Australia, y si Gales tiene programados partidos en el Hemisferio Sur para estos años que siguen, ya que hoy sabemos que el Dragón es la bestia de Europa y que en el ámbito ovalado, para ser el mejor hay que ganarles a los tres que juegan debajo del Ecuador, Sudáfrica, Australia y el campeón del mundo, Nueva Zelanda.
JIC