Andrés Bordoy, las fotos y los pasos

Por Eugenio Astesiano

Arrancar de nuevo como parte de un Staff, volver a los hábitos de la semana tipo después de una planificación concienzuda en este nuevo predio, con los nuevos jugadores que se incorporan, da muchas ganas, mucha energía», así arranca el Dogo Andrés Bordoy, entrenador de forwards de Jaguares que, en su segunda temporada con el equipo, ya sabe lo que implica la exigencia del Super Rugby, sabe lo que significa este torneo en cuanto a lo complejo de su estructura, lo que exige fisiológica y rugbísticamente y sabe que con todo ese bagaje encima, ahora todo es más claro. Ni mejor, ni peor, ni más fácil ni más cómodo: sólo más claro.

Su responsabilidad son los delanteros y el funcionamiento de las formaciones fijas, pero no es sólo eso. Es una voz al costado de la cancha, una guía que necesita ver de cerca lo que pasa en la cancha. Él y Juan de la Cruz Fernández Miranda están ahí siempre, al costado. Y viven el partido de manera distinta.

¿Qué cosas de la temporada 2019 creés que estuvieron bien y se pueden repetir y qué cosas merecen un análisis o un cambio, si es que se es drástico?

Estuvimos mirando nuevamente lo que hicimos la temporada pasada, revisamos minuciosamente lo que hicimos y buscamos denodadamente en qué podemos mejorar en cuanto a la obtención, al sistema defensivo y al ataque. No es algo lineal o tajante, no dijimos «esto, chau» sino que evaluamos formas de adaptar lo hecho para que sea más eficiente y en términos de obtención, qué herramientas podemos incorporar para lograr una evolución en ese aspecto. Ese es, si se puede poner así, un gran objetivo mío, personal. Mejorar la calidad de la obtención y que sea un arma de ataque, que ponga a los equipos rivales en aprietos. En la 2019, con el line y el maul lo pudimos conseguir y queremos darle una vuelta más a eso, por eso hablo de eficiencia y en cuanto al scrum, trabajaremos – ya lo estamos haciendo, de hecho- para dotarlo de mayor solidez y que no sea visto como una debilidad… De todas formas, estamos contentos con los resultados y el juego de la temporada que pasó, pero ya dejamos de ser sorpresa y todo el mundo nos va a esperar de manera distinta y hay una realidad: hay muchos jugadores importantes que ya no están. Los nuevos que han llegado son un impulso lleno de energía y muchas ganas, pero tendrán que trabajar mucho para poder equiparar la experiencia de aquellos que han dejado el equipo y ayudar a que eso ocurra será responsabilidad de todos nosotros.

Regreso a la pregunta original y le agrego algo ¿En cuanto a la obtención, hay algo que tocar en el line, que se mantuvo siempre como una plataforma sumamente confiable y eficiente (ndlr: 1ero en el ranking del Super Rugby) o sólo en el scrum (que fue el 15° del mismo ranking)?.

En el line, por supuesto que hay que acentuar las prioridades. Sobre todo en la velocidad con la que nos movemos en el salto y dentro del line. No podemos hacer lo mismo simplemente porque lo hemos hecho bien. Tenemos que lograr hacerlo mejor y no podemos permitirnos bajar ese standard de calidad. Lo que es el scrum, a pesar de la estadística, creo que con nuestras pelotas hemos mejorado. Cuando las pelotas eran del adversario, sí, estuvimos en dificultades. Pero logramos mejorar, logramos evolucionar. De todas formas, en la final tuvimos problemas y sobre todo, con las pelotas que tiraron ellos.

– ¿Cómo se preparan para el scrum? ¿Dónde se pone el foco?

Tener un buen set-up. Acomodarnos hacia adelante. Aprender también a manejarnos en situaciones adversas porque va a haber partidos en los que en momentos, vamos a peder el impacto y no porque lo regalemos, simplemente porque va a ocurrir. Ser realista y aceptar que hay equipos que pueden ser superiores nos pone en un sitio que es el de buscar resolver la adversidad y encontrar una solución para ese problema puntual. Tener armas y herramientas para que ese scrum no se dé por perdido.

Pero el tema está en que no te compliquen tus pelotas. En el mundo ideal, sería no perder los propios y tratar de que esas pelotas sean de calidad. Si sacás las tuyas, las sacás rápido y son buenas, ya está. Y además, está la interpretación arbitral que no se puede dejar de lado.

A los jugadores les hablo mucho de «la foto» en el scrum. La foto antes, durante y la foto final. Es muy ilustrativo verlo de esa manera porque un buen scrum sólido, firme, consistente antes del ingreso, antes del impacto, ayuda a la estabilidad y predispone bien a los ocho delanteros y al árbitro también. Que nosotros estemos firmes, bien formados, que estemos conformes nosotros y él se quede conforme con lo que ve, da un mensaje. Queremos evitar un posible prejuicio que nuestro scrum tiene alguna situación. Esa es la intención de la «foto» del «antes». En el «durante», si cuando entrás al scrum te acomodás hacia atrás porque perdiste el impacto inicial, lo que hemos visto y es que esa «foto», es mala. ¿Por qué? Porque la posición corporal es otra, no es la que buscás sino la que podés. Eso lo que no queremos y va atado a lo que mencioné antes, de tener las armas y herramientas para que las «fotos» sean siempre buenas o las mejores posibles sobre todo, cuando no somos nosotros los que arrojamos la pelota.

-Entonces, hablando de fotos, ¿dónde se tiene que hacer foco?

Por eso es que insisto con que los primeras líneas den una buena plataforma a los segundas, que haya un buen empuje porque las posiciones corporales son buenas, son las que buscamos… por eso insisto en lo de la «foto inicial». Ese el es foco del trabajo ahora. Por supuesto que la búsqueda de un mejor scrum me ocupa puntualmente y esa búsqueda es constante. Porque es el paso A. Si el paso A no está bien, ni el B ni el C van a estar bien. va a ser un scrum inestable, vulnerable. Si el A está bien, que el B sea bueno nos va a permitir un C que pueda avanzar. Ahí hay que poner un buen hookeo también porque si la pelota queda entre las piernas de la segunda línea y alguno quiere levantar un pie para corregir que la salida de la pelota siga su curso… ahí, chau. Catástrofe, porque no vamos a poder estar estables para aguantar un segundo empuje rival que sabemos que irremediablemente va a venir. ¿Y qué va a pasar? penal en contra. Queremos evitar tener scrums en los que la «foto» final sea fea. Tenemos que trabajar mucho en la progresión. El scrum es una combinación de una cantidad de cosas que tienen que estar bien durante no menos de ocho segundos.

¿Qué evaluación hiciste de la final contra Crusaders?

De los 22 scrums de la final, 12 fueron para nosotros y tuvimos el 100% de las pelotas. Ellos tuvieron 10, de los cuales sacaron 4 penales a favor, en los que nos dominaron claramente… entonces la gente o la prensa, se queda con esos 4 de 22 scrum que nos dominaron, sin darle el valor real a que tuvimos el 100% de nuestras pelotas disponibles, pero entiendo a todos porque la verdad es que esos 4 scrums, como argentino y fanático, me desagradan y es lo que quiero corregir. Los scrums que no anduvieron bien, al que más mal le hacen verlos, es a mí.  

Está bien y te entiendo. Pero no hay que rasgarse las vestiduras tampoco. Hay equipos que tienen mejor scrum o son más sólidos, y punto. Pasa. Y hay equipos que también pierden scrums y no lo viven como una hecatombe, porque el resto de lo que pasa en cancha, es bueno.

Los neozelandeses son los que mejor entienden eso y lo tienen aceptado. Les pasa y les pasó. Pero en todo. Ellos se recuperan rápido y no se quedan con lo anterior. Cada formación es la próxima, no la que pasó. Lo que ya pasó, ya está. No se quedan enganchados con eso. Te doy un ejemplo: en la final, a Crudaders le robamos los dos primeros lines. Y después, hablando con los chicos -los nuestros- me decían que «ellos estaban como si nada hubiera pasado». ¿Por qué? Porque cada pelota es una nueva pelota para disputar y ganar. Entienden que hay cosas que pueden pasar y que no son tal y como ellos las planificaron. En otros equipos, si eso pasa, genera un stress, una situación de desconfianza que afecta negativamente a lo que viene. Para los kiwis, es parte del juego en el que un rival puede hacer algo mejor, y lo superan. Lo aceptan y conviven con ello y generalmente logran remediarlo. Al resto, le cuesta muchísimo. Por eso son distintos, porque tienen la capacidad de pasar a lo que viene rápidamente y no concentrarse o quedarse en lo malo o no tan bueno que pasó. Claro, es muy fácil de decir y muy difícil de hacer.

Vuelvo al Paso A o la Foto inicial. ¿En cuánto afecta que se hayan ido Pieretto y Lavanini? Justo son un 3 y un 5 cuya característica principal es la fortaleza física y el empuje en el scrum.

Si. Lamentamos la ida de Enrique y de Tomás, pero esto es rugby profesional y sabemos que puede ser así en cualquier momento. ¿Afecta? Y no puedo mentir si digo que no afecta. Hay pocos jugadores en el mundo que combinen su empuje y potencia. Pero atención, eso no significa que no confiemos ni que no creamos en Lucas (Paulos) y Mati (Alemanno). En absoluto. Además la incoporación de Joel (Sclavi) también va a ser importante una vez que esté recuperado. Perdimos gente con experiencia y ascendencia en el pack, pero tenemos la energía de los jóvenes.

-¿Podés explicar cuál es la importancia del 5 en el scrum? Porque mucha gente que mira rugby no lo sabe.

– El 5 es fundamental. En mi opinión, es la base de un scrum exitoso. Es poder y empuje. Es la solidez detrás del 3. Es un jugador clave.

En el Super Rugby no alcanza con que el 1 y el 3 tengan sólo un buen scrum. Hoy tienen que tener tackle, movilidad, tiene que saber identificar si se juega el duelo o si tira una espalda. ¿Cómo haces para que ese balance esté presente y no se descompense una cosa por la otra?

Es que por eso no todos los pilares son aptos para jugar el Super Rugby. Pero hay prioridades y para nosotros, es el scrum. Si nosotros no tenemos una base de obtención sólida, los pilares no van a poder jugar por más capacidades que tengan para desplazarse, pasar la pelota y tacklear. La prioridad es esa. Es el doble desafío para los jugadores que son más móviles el de priorizar o focalizarse en el scrum. Y para los que son menos móviles, la prioridad va a seguir siendo el scrum pero tendrán que tener la capacidad de adaptarse. Esto lo he dicho en otra oportunidad y no recuerdo dónde: no podemos jugar con pilares que pongan en peligro en el juego. No podemos jugar con un pilar que nos ponga en dificultades en defensa, no podemos jugar con un pilar que en ataque no esté en el lugar en el que tiene que estar y, al mismo tiempo, no podemos jugar con un pilar que no pueda darnos obtención sólida. Sé que es un poco ambigua la respuesta, pero es a lo que nos obliga el Super Rugby. A que las dos cosas son igualmente necesarias. Sí, nuevamente, creo que el foco, la prioridad, debe ser el scrum.

Jannie Du Plessis va ahora a Lions, pero Owen Franks deja de jugar en All Blacks. ¿Podemos entonces pensar que compartís la línea de pensamiento de Sudáfrica en este sentido, en que la prioridad está en lo que hagan en el scrum y no tanto lo que aporten afuera?

-Es que en este nivel que presenta el Super Rugby, es complicadísimo encontrar esos pilares que tengan un balance ideal. Los pilares que cumplen todos los requisitos y llenan todos los casilleros son escasos y por eso son valiosos.

¿Van a tener en cuenta el mismo criterio de rotación que tuvieron en 2019 respecto de los jugadores?

– Aprendimos algo la temporada pasada: el impacto del Super Rugby es altísimo en los jugadores. Por eso hemos rotado y por eso lo volveremos a hacer. Que un jugador mantenga la intensidad durante muchos partidos y más con los viajes y todo, es complicado. Por eso estamos convencidos en que la rotación es vital.  Dicho de otro modo, no se puede no rotar.